LA PROPIEDAD, EL PODER Y LA DIRECCIÓN

Las empresas familiares son compañías creadas y gestionadas por la familia, siendo esta la que sustenta la propiedad, el poder y la dirección y, por lo tanto, la toma de decisiones está influenciada por sus miembros y por sus intereses.

Aunque te parezca obvio, hay una cuestión elemental que hay que tener presente cuando nos referimos a la empresa familiar y es LA FAMILIA.

Antes de la creación de la empresa, primero existe una historia de familia, un sueño, una inspiración para dar una vida mejor y de más calidad a los tuyos. Además de ello, se pretende innovar, emprender y creer en una idea.

Por otro lado, también están los valores y los principios familiares que se integran en la cultura de la empresa, tales como la confianza, el apoyo, la colaboración o la persistencia. Estos juegan un papel fundamental para superar todas las dificultades que aparecerán en un camino difícil y lleno de baches donde se viven momentos de éxito, pero también situaciones de fracaso, incertidumbre y mucho miedo a desaparecer.

Por todo esto, los intereses personales y profesionales se entrelazan, agregando las emociones y los asuntos de la familia a la empresa. Estas circunstancias hacen que aumente la complejidad en la gestión de la empresa familiar.

La carga emocional de la doble condición de ser familia y compartir una empresa es lo que interfiere, en muchos casos, en la capacidad de afrontar ciertas situaciones que se convierten en temas tabú, ya que pueden afectar directamente en la estabilidad familiar. Por ejemplo, cuando no te atreves a poner sobre la mesa el bajo rendimiento de un miembro de la familia por temor a generar un conflicto familiar que provoque dolor y mucho sufrimiento a las personas que quieres.

“En un conflicto familiar no hay ganadores ni perdedores. O todos ganan, o todos pierden”.

Diferencias entre empresas familiares y otras organizaciones

• En primer lugar, la propiedad. Es quien controla la empresa, bien por su porcentaje de participación en el capital o por el hecho de que un familiar la controla, siendo su vínculo personal muy fuerte.

• A continuación, las  relaciones afectivas con los propietarios, destacando las vivencias envolventes que se experimentan en su desarrollo con sus propias emociones, comprometidas y que generan un proyecto común de relación.

• La visión de la empresa, tiene que ver con la dirección, es decir, hacia dónde quiere ir la empresa y en lo que quiere convertirse a medio o largo plazo.

• El poder y el control, son atributos de gobierno que tienen que ver con la dirección y gestión  de la empresa. En este caso suele estar muy centralizado en el fundador.

• La continuidad de la empresa y la sucesión. Es el proceso para transferir la gestión de la empresa y su propiedad con un requisito objetivo: mantener la permanencia de la empresa como unidad en sus factores técnicos, organizativos y patrimoniales. Es decir, que la empresa mantiene su identidad a pesar del cambio, como conjunto organizado de elementos que permitan el ejercicio de la actividad económica y que genera emociones encontradas. En general, al fundador le cuesta mucha dejar el mando, no encuentra el momento apropiado y  en el fondo no quiere porque la creó a través del esfuerzo de toda la vida. Por ello mantiene un vínculo personal y emocional muy fuerte.

• La legitimidad. Es la capacidad de ejercer suficiente influencia y obtener compromisos claros de las personas que colaboraban en la empresa, siendo el dirigente el primero en dar ejemplo para que le sigan.

• La capacidad de dirigir. Tiene que ver con la  habilidad de planificar, organizar y liderar distintos tipos de actividades, proyectos, recursos y personas para alcanzar satisfactoriamente los objetivos y logros de la empresa familiar.

• La valoración de la propiedad, tema por el cual se entrelazan intereses racionales y emocionales, tales como el grado de implicación en la empresa y pertenencia a ella, la vinculación entre la maximización del beneficio económico y preservación de la riqueza socioemocional pueden explicar muchas de las ventajas encontradas en la creación de valor en empresas familiares.

• El empleo en las empresas familiares. Si algo define a las empresas familiares españolas, señala Miguel Ángel Faura (socio responsable de Empresa Familiar de KPMG en España), es “su resiliencia, agilidad y capacidad de adaptación”. Son precisamente estas características las que les han permitido responder de forma efectiva a los desafíos que han tenido que afrontar durante mucho tiempo.

• El salario en la empresa familiar. Sobre este tema conviene distinguir la naturaleza del CEO y analizar la retribución cuando se trata de un miembro de la familia, puesto que sus intereses en la empresa van más allá de la mera ganancia económica. Como representante de la familia se incluyen otros valores intrínsecos en su desempeño, tales como el prestigio de la empresa o la pertenencia al grupo familiar.

• La confianza es un elemento fundamental en las relaciones interpersonales. Se refiere a la voluntad de la persona de ponerse en situación vulnerable frente a otro, con la contrapartida de que la otra parte no se comportará de manera oportunista.

• La disciplina en la empresa familiar. Tiene que ver con la actitud y el comportamiento de la persona  mediante el respeto de las normas que conservan el orden y en concordancia con los principios de la empresa familiar para lograr los objetivos.

• Por último, la comunicación. Aunque esté al final del párrafo, representa una habilidad clave a tener en cuenta. En la empresa familiar la comunicación suele ser afectiva, informal e implícita, ya que está condicionada por la historia familiar y se basa por una jerarquía natural de roles (padres, hijos, hermanos…). Para conseguir una comunicación efectiva hay que tener en cuenta, en primer lugar, el contexto adecuado, tener definido el propósito de tu mensaje y que tu lenguaje no verbal acompañe en consonancia al mensaje que quieres transmitir. Y te invitamos a pedir feedback del mensaje para asegurar la interpretación del mismo, ya que te ayudará a evitar malos entendidos y conflictos a futuro.

Los 3 fundamentos para que una empresa sea familiar

Para finalizar, autores como Dyer (1986), Ward (1988), Gallo (1995), Gómez-Betancourt (2006) y Trevinyo-Rodríguez (2010) entre otros, plantean que, para poder definir a una organización dentro del esquema de empresa familiar, se debe cumplir con tres fundamentos esenciales que son:

1. Una o dos familias deben poseer más del 50% de la propiedad de la empresa.
2. Deben existir miembros familiares ocupando cargos directivos o ejecutivos en la empresa.
3. La intención de la familia propietaria es que la empresa sea transferida a una siguiente generación.

Como conclusión, en las empresas familiares el  compromiso personal excede el marco empresarial para proyectarse en el ámbito familiar.

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